Atomium, Bruselas, Bélgica.
En agosto de este año hice un viaje por Bélgica en el que cometí un trágico error: me olvidé las gafotas. Imperdonable. Pero no había solución, así que disfruté del viaje y saqué fotos... pero ninguna de las gafotas.
En septiembre mi amiga Natalia, aka Nat, aka Natsy, hacía un viaje idéntico. Bruselas, Brujas, Gante... las mismas ciudades y casi casi el mismo orden. Así que estaba claro: ¡tenía que llevarse las gafas!
El destino quiso que, a pesar de mi olvido, mis gafotas fueran a los mismos sitios a los que yo fui, solo que sin mí.
Thanks Nat!
P.S. ¡nunca más me las olvido!