miércoles, 31 de agosto de 2011

... y vuelve a ser septiembre...

Twin Peaks (San Francisco)


Seamos sinceros: el fin de las vacaciones no le hace gracia a nadie. Cuando vamos a empezar un viaje, aunque sea sólo una escapada de fin de semana, tenemos mil ganas de irnos. Esperamos el momento con ilusión, contamos los días para el gran momento y ansiamos su llegada. El tiempo parece transcurrir más despacio cuando esperamos algo que deseamos mucho... pero luego acelera repentinamente y cuando queremos darnos cuenta todo lo bueno ya se acabó.

Pero... ¿de verdad que todo lo bueno se acabó?

Cada vez que termino un viaje pienso que ha sido el mejor de mi vida, pero luego llega otro que lo supera. Y para que siga habiendo momentos inolvidables que se acumulan, hay que dejar que los otros, inevitablemente, se acaben. Sí, ya sé: 'it sucks'. Pero hay que forzarse un poco a ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío, a alegrarse por haber tenido el lujo de disfrutar de los momentos vividos y confiar en que dentro de un mes, o seis, o un año, vendrán otros momentos dignos de recordar. Nunca será igual, claro. Cada viaje es único, cada momento es irrepetible. Pero si miro hacia atrás, en mi colección de recuerdos los hay muy distintos pero todos geniales.

Ahora toca volver a la misma rutina, pero ya no somos la misma persona. Tenemos más recuerdos en la colección y mil fotos que así lo demuestran. Fotoricordi...

Y como me olvidé las gafotas en mi último viaje, actualizo con una del año pasado. También cuando terminó aquel viaje lo más fácil hubiera sido hundirse en la miseria. Pero en vez de eso era inevitable recordarlo con una sonrisa. Estoy convencida de que vendrán más, siempre distintos, siempre imborrables.

Venga, va: a "sonreír porque sucedió".

¡Ánimos!

lunes, 1 de agosto de 2011

Pure happiness


No quiero dejar el blog completamente abandonado por vacaciones de verano, así que lo mejor es actualizarlo con el mejor momento del año 2011 hasta ahora: felicidad en estado puro. Una cuenta regresiva que parecía interminable y que después de siglos y siglos (o siete meses, que para el caso es lo mismo) llegó a su fin.

Te lo resumo así: esta foto me la sacó ÉL.

¡Sobran las palabras!

:D